En ocasiones me siento lejano a la humanidad. Mejor dicho a esos quehaceres que forman la cotidianidad humana. Siendo un poco más preciso no se si ello es solo propio de los seres humanos; de los otros seres en el planeta no se presuponen intenciones especificas y si hay otros más, lo desconozco.
Los veo pasar en sus tribulaciones, o con la cara en un rictus de enojo, o tomando de la mano a sus pequeños camino al colegio. Y no se. No se por que lo hacen. No entiendo las motivaciones últimas que los impulsan. Esas, las que hacen detenerse de vez en cuando y preguntarse "Y esto, para que es?

Se lo que quiero. Quiero entender el universo. Si no en su intencionalidad -si acaso tiene alguna- al menos en su forma; en su funcionamiento. Me gusta el amor. También quiero una ausencia del dolor innecesario a todo sentiente. De la cotidianidad; soy como esos camaleones que reflejan su entorno y no tienen clara idea de la razón, salvo claro que gracias a ello sobreviven.
Yo creo en ocasiones que tal vez ni siquiera los demás humanos tienen esa intencionalidad última y que la vida solo... les va pasando. O que solo son resultado de algún programa corriendo en un ordenador universal. O que realmente los que pintan la pauta de este rondo que es la vida son otros; los que menos pensamos.
Por ejemplo el
toxoplasma gondii un parasito que se adquiere por medio de los gatos. En su ciclo natural sirve para proporcionar ratones a los gatos. Altera el cerebro de las ratas y su comportamiento.
Y altera la mente de los humanos.
Al menos ello
concluyen los Dr. Manuel Berdoy y Joanne Webster de la Oxford University, [
1], [
2].
Los hombres se vuelven mas agresivos, antisociales, ~desaliñados y menos atractivos.
Y las mujeres más deseables, atractivas y menos confiables.
A largo plazo se puede desarrollar esquizofrenia o depresión crónica.

Dicen que en Francia y Alemania están infectados 80-90% de la población. Y uno pensando que es su estilo nacional. Probablemente hay más parásitos para otras actitudes.
Y respecto de mi angustia original; o no estoy infectado o me infecte de uno distinto.