Todas las combinaciones.
Este finde ha sido de esos que sin planearse se llenan de actividades.
A la tarde del Sabadito tomar un café y una ensalada en una cafetería muy nice de allá por Altavista. Me lo pienso para comprar un portátil, es muy práctico cuando encuentras lugares con acceso inalámbrico. Mira, puedes ir a casi cualquier lugar y no necesitas regresar a la casa para escribir algo.
De allí al Zócalo a escuchar un grupo y después correle a una fiesta. El lugar unas localizaciones para t.v. mucha gente como siempre ocurre y la mayoría solo se conocen a grupos. Entonces me encuentro con una chica con unos rasgos muy llamativos, y resulta ser hija de una japonesa y un judío, nativa de la costa de Mazatlán y a decir de un amigo entonces norteña y costeña a la vez. Platicando con algunos chicos mexicanos me entero que estudian cultura del medio oriente y entonces van a conferencias relativas al Islam. Dos de ellas, aprenden bailes árabes y algo del idioma. Algunos de sus compañeros, colombianos ellos estaban súper interesados por la Marcha Silenciosa que se llevo el domingo y lamentaban no poder ir por ser extranjeros.
De regreso con un montón de cosas revueltas la madrugada del domingo. Hacia la tarde fui a ver Taraf de Haidouks, una "Banda de músicos Gitanos" a la sala Nezahualcoyotl, el concierto súper, la gente frenética. Hacia el final del mismo algunos saltaron al escenario a bailar -como Dios les da a entender a algunos- y los pasillos se llenaron de personas tratando de bailar en un estilo medio arabesco -que supongo era lo más sugerido por la música para ellos-. Salí fascinado. Inmediatamente me fui al Soulseek a conseguir un par de discos.
Pero. Si pero siempre hay alguno. Mientras salíamos a buscar un cafecito en la Roma, me venían a la mente imágenes de las personas de las últimas horas. A pesar de lo diferente de los ambientes -siguiendo las recomendaciones de Golfo- las personas, bueno las personas en un promedio -y no, no me pregunten como es eso de sacar un promedio- eran las mismas. Si, las mismas. Me explico.
Me acorde de un relato donde un sociólogo situado un par de siglos adelante se la pasaba de perros, no podía ejercer. No había pueblos diferentes, ni costumbres que estudiar; las costumbres aquí y allá eran las mismas, la misma música, la misma ropa, los idiomas infectados todos ellos. Una mezcla racial en todas direcciones. Era difícil estudiar a un pueblo, pues tal no existía, las fronteras entre ellos enteramente desdibujadas. Al ritmo de las corrientes de supermercado las cosas cambiaban semana a semana. Y en fin que la gloriosa globalización conducía a una cultura homogénea, demasiado homogénea. Espero estar solo un poco paranoico. Espero…
Ah me olvide de ello, cuando en los Enanos de Tapanco, Karla empezó unos hermosos Tangos. ;)