
Recuerdo de niño haber tenido de aquellos pequeños juegos de química que vienen con la solución de cambio de colores, uno se puede pasar horas viendo como toman
uno,
otro y
otro color durante horas.
Así me ha pasado los últimos días, pero con mis sentimientos, al paso del tiempo voy del enojo a la frustración, del llanto al conformarse, de la alegría incontrolable a una cierta apatía, del odio a… bueno no se donde. Y una cosa me queda en claro, entender por que pasa eso o por que se decidió inciertamente, no hace más aceptable toda la ensalada de sentimientos, estos siguen igual de intensos y a veces incontrolables.
El tiempo escurre entre las manos,
cual cuadro de Dalí.
Hoy voy a ver una película en un cine
Lumiere, ya les contare.
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on jueves, diciembre 4 at 12/04/2003 01:30:00 p.m..